MANIFIESTO

La Asociación Canaria de Matronas (ACAMAT) después de celebrar su Asamblea General de socios-as en el marco de la celebración de las XIII Jornadas de Matronas de Canarias, quiere transmitir a la sociedad y al resto de las profesiones sanitarias su postura sobre la proliferación en nuestra Comunidad Autónoma y el resto del país de la figura de la doula. Esta figura existe en otros países pero con unas connotaciones diferentes a las que aquí se están observando.

La doula se trata de una figura clásica de mujeres que ya eran madres y aconsejaban a otras que iban a serlo de manera altruista y filantrópica, es decir, sin emolumentos.

La sociedad moderna ha evolucionado y por ende las profesiones sanitarias también. La especialización y cualificación es muy elevada,  lo que garantiza a las mujeres obtener unos servicios sanitarios profesionales y de calidad.

La matrona es uno de los profesionales sanitarios de referencia de la mujer y la familia con un alto grado de formación basada en la evidencia científica, capacitación y experiencia en cuanto a:

–          Proporcionar cuidados y atención a la mujer durante la edad fértil (embarazo, parto, postparto y crianza del recién nacido-a y del niño-a).

–          Acompañar a la mujer en todas las etapas de su vida afectiva, sexual y reproductiva en base a nuestros conocimientos, actitudes, habilidades y valores que nos da una formación regulada a nivel internacional y con reconocimiento oficial mediante su programa formativo.

–          Garantizar cuidados de calidad y responsabilidad de las consecuencias de las acciones, reguladas competencialmente en base a las normas de las profesiones sanitarias en nuestro país.

–          Cuidar de la salud afectiva, sexual y reproductiva de la población en el ámbito público y privado gracias a nuestra proximidad y cercanía.

La ACAMAT considera importante la existencia de grupos de apoyo o redes de ayuda que actúen de manera voluntaria y altruista en colaboración con las matronas. Pero dado el intento de profesionalización de personas que no están formadas, capacitadas ni acreditadas es nuestro deber alertar ya que pueden ocasionar riesgos innecesarios a la población, pues equivocan su forma de actuar ofreciendo servicios fuera de su alcance y control.

Nuestra Asociación ya ha puesto en conocimiento de la Autoridad Competente este hecho a la vez que ha transmitido su preocupación por las conductas intrusistas de estas personas.

Es nuestro deber instar a las mujeres y familias a que se informen rigurosamente a la hora de escoger quién se responsabiliza de su cuidado para así poder tomar una decisión consciente y responsable sabiendo si  a su lado está un-a profesional con formación universitaria basada en la evidencia científica o una persona sin preparación sanitaria alguna o distintos campos y que se basa en su propia experiencia.

En Las Palmas de Gran Canaria, a 30 de Mayo de 2014.

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